sábado, 13 de noviembre de 2010

Hasta el tuétano

Escucho en la radio (RNE, Nieves Concostrina) sobre la cantidad de seres humanos disecados que existen en museos de historia natural de todo el mundo. Recientemente se están devolviendo algunos a sus lugares de origen para ser inhumados convenientemente, pero aún así siguen quedando centenares. Lo que me llama la atención de este asunto es el punto de vista de las personas que lo hacía, lo encargaban o los exponían. Está claro que lo de que la percepción de la unicidad de la humanidad es una construcción reciente. El "racismo", la percepción de las razas ajenas como sustancialmente diferentes, tan diferentes como animales, debía ser una idea asumida como totalmente natural, tan obvia y evidente como que el sol sale por el este y se pone por el oeste.

Para los que sabemos que la tierra gira sobre si misma, lo del este y el oeste lo vemos como una interpretación naïf de algo más complejo. También sabemos que la diferencia genética es mínima, que todos tenemos lenguajes complejos muy equivalentes, que todo sentimos y expresamos. Que en realidad somos idénticos. Para los que percibimos esa identidad como evidente natural e inexcusable aquellos embalsamadores de indígenas (y no tan indígenas, porque la historia principal de la Concos es de un Eapañol de la guerra de la independencia disecado y expuesto en Francia) nos resultan incomprensibles.

Ese racismo profundo, hasta el tuétano, que diseca aborígenes por el bien de la cultura, es una variante exagerada que yo creo que está superada de forma muy general. Otra cosa es la sensación de pertenencia a un grupo y la subsiguiente oposición a los demás, a la West side Story. Ese gregarismo tiene en la raza uno de sus elementos de agarre, pero también en la religión, la ideología, los gustos estéticos o el género. Ese racismo, con todo lo detestable que nos pueda seguir pareciendo no deja de ser menor, circunstancial, incluso educable.

A lo largo de miles de años de evolución la cohesión del grupo ha sido, sin duda alguna, una ventaja adaptativa fundamental. Y esa cohesión del grupo exige una demarcación clara de lo que es el grupo y lo que no. Así, la agresividad con "lo que no es el grupo" es una parte consustancial de esa tendencia adaptativa.

Pero ese lado oscuro del sentimiento de pertenencia al grupo se puede canalizar razonablemente. Una forma muy ingeniosa es la de la pertenencia telescópica. Por un lado soy de mi familia, luego de mi pueblo, luego de mi región (y equipo de fútbol), luego de un país, de un continente y de la humanidad entera en última instancia. Así el del pueblo de al lado es rival en un plano pero es colega en el siguiente. Otra idea buenísima es la ritualización de la pelea entre grupos rivales a través del deporte. Un partido de fútbol o una carrera son peleas inocuas a través de las que canalizar el sentimiento de rivalidad con el otro.

Por otro lado, la tendencia histórica (esta no milenaria, evolutiva, sino centenaria, histórica) a ir reconociendo como iguales a los lejanos, los que solo son aparentemente distintos, continúa saltándose la "barrera" de la especie. Y es en esa línea donde se enmarcan la protección de los toros que recientemente ha salido tanto en los medios o el movimiento de solidaridad con los grandes primates. No sería raro que dentro de unos años se vea el trato de hoy a los gorilas con la misma repugnancia que vemos el que se pofirió en su día al "negro de Bañolas"

sábado, 29 de mayo de 2010

Alivio de resaca

Siempre me hsa hecho gracia la expresión "alivio de luto"; veo que también le ocurrió a Sabina e hizo un disco con ese título. Así que el google imágenes sólo de vuelve imágenes de Sabina y no he podido encontrar viejecitas de gris o algo así que es lo que buscaba.

Al igual que pasado lo más duro del duelo, pero aún sin volver a la normalidad, es donde encontramos el alivio de luto, pasado lo más diro de la resaca pero aún jodido, encontramos el alivio de resaca. Ya no tienes dolor agudo, pero la cabeza está descolocada, es como si el cerebro hubiese encogido y quedara un hueco entre él y el cráneo. Sueño y pereza intensa, muscular; no sólo cuesta animarse a hacer un movimiento, es qwue hay que convencer a los músculos de uno en uno. Sin embargo la mente funciona con agilidad, incluso acelerada. Mientras remoloneas intentando moverte lo mínimo es imprescindible poner la tele o la radio para que dirigir un poco las ensoñaciones y desvaríos que se te ocurren. Aún así vas más rápido que lo que oyes y exploras posibilidades y variantes sin cesar.

Hace años, cuando cursaba la carrera, descubrí que ese estado de alivio de resaca resultaba especialmente bueno para estudiar. Con esfuerzo conseguías colocarte delante del libro abierto. Por no hacer el esfurzo de volver la hoja volvías a leerla...

En fin, esta mañana me he levantado con una resaca no excesiva que se ha tornado en alivio de resaca al poco rato. No he estado en disposición de disfruatrla, lo cotidiano me secuestra. De hecho escribo estos párrafos de un tirón (supongo que habrá errats y faltas de concordancia, pero me da igual por ahora) con el ordenador en la encimera mientras manejo en los fogones la cena de hoy y la comida de mañana.

viernes, 9 de abril de 2010

El otro lado del espejo reloj

Tic, en la silla esta sentado, tac, al sol de la terraza, tic, picor en la espalda, tac, estirando la pierna, tic, en pie, tic, andando, tic ¿dónde? Tac, tic, tac, en la caseta se esconde.

Pegado al seto intenta no asomar su cabeza a la ventana desde la que se observa en la cocina. No estaría bien que te viesen al otro lado del espejo de Alicia cuando en realidad eres uno de esos capaces de cambiar de lado. Si, claro que es incómodo lanzarse por el ojo de buey, pero una vez que has estado al otro lado ya no eres de ninguno en particular, te conviertes en un emigrante permanente.

Eso si, casi a la una y veinticinco hay que ir pensando en un rico aperitivo.

Gurruminos de servilleta negra sobre fondo rojo

Impostura artística o la exaltación del sentido estético

En el museo Guggenheim de Bilbao no dejan hacer fotos. Nadie vigila que no las hagas, pero no está permitido y yo quise cumplir. Pero al llegar al baño no pude más e hice una. La disposición de los baldosines de la pared no tiene nada que envidiarle a algunas de las piezas que están al otro lado de la puerta. Los baldosines de 15 cm de lado ya no son comunes, ahora se llevan más grandes. Ese formato es un guiño melancólico a los cuartos de baño de la infancia del observador. Por otro lado, el uso de diversos colores da un tono alegre que contrasta con la melancolía sugerida por el formato. Sin embargo la combinación de colores precisa es un poco errática, y se basa en colores como el celeste y el ocre que resultan feos aisladamente y más aún en conjunción. Por último, la colocación del urinario en el centro de la combinación de azulejos le da el toque Kitsch definitivo, reforzado con un suave aroma inconfundible.

Si me dejan puedo escribir el texto de la audio-guía del meadero, los extintores y las salidas de incendios. La clave está en haber disfrutado de las obras de verdad, dejándose excitar a gusto el sentido estético, hasta embotarlo. A partir de ahí hay un rato en que todo es precioso, y puedes encontrar deleite estético en cualquier cosa. Pasado ese rato viene el bajón y ya todo parece igual (y mediocre), se acabó la magia.

Me decía mi artista profesional de cabecera que la esencia del arte está en el proceso intelectual del artista. No me atrevería a negarlo. Es más, es en ese contexto en el que alcanza su pleno sentido ese cuento de Borges en el que un autor intenta escribir una obra que resulta ser El Quijote, con inmenso esfuerzo y sufrimiento, claro; el resultado, siendo idéntico es a su vez, totalmente distinto al de Cervantes. Vale, sin duda eso es importante, además del punto de vista del actor me falta el del espectador. Arte es lo que disfruta un espectador ¿no? aunque sea la pared del servicio.

Progresiones de nubes

Uno









Dos

jueves, 8 de abril de 2010

Amanece fuera

No es resaca, es puro sueño. Van unos cuantos días de dormir poco y hoy, tras la ducha, noto como si la cabeza estuviera más hueca que de costumbre. Por muchas estrellas que tenga el hotel y muchos almohadones la cama, nunca se duerme igual, especialmente la primera noche. Esta vez no tendré ocasión de acostumbrarme, esta tarde nos vamos ya. No me duele nada, pero es como si me pesaran los brazos más que de costumbre. Me tira en los hombros la americana, tengo que perder peso. Salgo de la habitación camino del desayuno, y al girar para buscar el ascensor el sol me golpea a través de una enorme vidriera con forma de ojo. Ya no me volveré a acordar del sueño hasta la siguiente noche.

lunes, 8 de marzo de 2010

domingo, 7 de marzo de 2010

¿Blasfemia?

Navegando sin rumo llego a esta imagen tan graciosa en la que tres colgaos completan las siglas YMCA (como el grupito aquel gayer) partiendo de la Y de un cuadro religioso. ¡Blasfemia!

¿Blasfemia? WTF. No está claro porqué abría que tener un respeto especial por quien no lo ha tenido con los que no piensan como ellos en siglos...

La creencia en que un zombi judío, que era su propio padre, puede hacerte vivir para siempre si tu simbólicamente comes su carne y telepáticamente le dices que lo aceptas como tu maestro; así él puede eliminar una fuerza demoníaca de tu alma que está presente en la humanidad porque una mujer- costilla fue convencida por una serpiene que hablaba de comer de un árbol mágico...


A pesar de lo infinitamente absurdo del asunto visto como en el párrafo anterior, te insisten en que, aunque no lo creas, te lo tomes tan en serio que no se aceptan bromas, se les da esos rimbombantes nombres de blasfemia o irreverencia. En un intento de conseguir una postura igualmente respetable han inventado al Dios Monstruo Espagueti Volador. Pero no se yo si cuela mucho.

Yo creo que puestos a aceptar ese hecho tan yankee de que uno puede tener el dios que quiera, pero no ninguno, mejor abrazar una religión inventada, pero no tan ad hoc como la del espagueti volador. Mucho mejor la iglesia Jedi. Una que en vez de un libro sagrado tiene un vídeo. El mismo concepto pero tecnológicamente evolucionado. Además habla de una armonía cósmica y unos valores estupendos. Sin duda me declaro fan de la iglesia Jedi. Miraré a ver si están en FaceBook.



lunes, 1 de marzo de 2010

Etiqueta negra

Vaya, se ha acabado el Glengoyne. Me toca abrir botella, que resulta ser de Jonhy Walker 12 años, etiqueta negra. Compré la botella hace un par de semanas, viendo ya menguar su antecesora. En los tiempos en que lo habitual era el Dyc, el juanito etiqueta negra era lo máximo. Luego lo habitual pasó a ser el J&B o el Ballantines, y el sumum pasó al Chivas primero y al Cardú después. Evoluciones que son muestras inocentes de la bobería humana.

Hace poco descubrí que el primer colega al que le oí hablar de Cardú ya no bebe cosas de tanta graduación, le sientan mal.

En la casa de la playa sólo hay Jonhy Walker etiqueta negra. Las botellas duran un par de veranos, porque con el inmenso calor que hace allí en agosto sólo apetece cerveza. Muy rara vez te pones un chupito por la noche esperando a que corra la brisa. Desde que falta mamá no se recibe en esa casa, así que lo que no te bebes tu te espera al próximo año.

Abrir la botella me ha traído la nostalgia del tiempo en que el whisky bueno era de etiqueta negra y los vaqueros de etiqueta roja, el dinero escaso y mamá nos insistía en lo absurdo de las marcas. Esa filosofía Disney de que la belleza está en el interior y que tan contracultural ha resultado en estos últimos 30 años de pelotazo y exacerbación del culto a lo exterior.

Un amigo dice que nuestras madres nos engañaron, y que con eso de estudiar, no pegar a otros niños y ser bueno en realidad no nos hemos hecho unos hombres de auténtico provecho. Yo no estoy tan seguro, un par de hostias si hubiera disfrutado en darle a alguno, pero lo de haber estudiado no me pena. No se si otros esfuerzos darían mejor nivel de vida, pero no creo que tanto placer. Si, aunque sea un poco gafapasta, reconozco que en el conocimiento es donde encuentro uno de los placeres más profundo y permanente.

Se ma ha acabado el chupito. Supongo que dormir es lo que toca, es lo que haría un hombre de provecho en mi situación.

miércoles, 24 de febrero de 2010

domingo, 21 de febrero de 2010

Otras vidas


Buscábamos a una persona que no conocemos. Ella le sigue la pista a través de una red social virtual, sólo se conocen por internet. Aprovechando el viaje parece que podrían verse. Se supone que va a pinchar música en un bar. Mira, parece que es ahí, resulta que si existía. Al cruzar la puerta un grupo de seis u ocho mujeres, bastante más jóvenes, nos miran con cara de que nos hemos equivocado de sitio. Vale que el bar es cutre, muy cutre incluso, pero tampoco es para tanto. Aventuramos que son lesbianas y que es un bar gay, por eso nos veían fuera de lugar. Cualquiera sabe. Un local pintado de violeta, alargado y con columnas en medio, con unas bombillas verdes colgando del techo, con fotos en blanco y negro colgadas por las paredes; fotos bonitas enmarcadas con un vidrio, pero, demasiado pequeñas, se perden en la inmensidad de las paredes. La persona desconocida que íbamos a buscar no ha podido venir, un accidente de coche que, aunque leve, le tiene con el cuello dolorido y le ha impedido venir la bar, ¿al trabajo? Dado el tamaño y la cutrería del local no creo que le paguen por lo que quiera que haga allí. Mientras bebemos, un poco más deprisa de la cuenta, unas heineken directamente de la botella me imagino conversando con el grupo de imaginadas lesbianas que están al otro lado de la barra, bebiendo bastante, dejándome arrastrar por conversaciones con desconocidos como si me fuera la vida en ello. Acabando en un piso destartalado y extraño para amanecer con otros intereses, allegado a personas que hoy no conozco y dedicado a sutiles cultivos del espíritu que no me imagino aún. No se porqué la noche madrileña me sugiere una facilidad de cambio de vida que no creo que sea real, pero que se asoma tentadora en los garitos raros a partir de la tercera cerveza.

domingo, 14 de febrero de 2010

Cartel verde tras el cristal

La identidad digital

Es fácil ver que tras un 2008 con una cierta actividad, el 2009 desapareció de aquí. Ahora empieza suavemante un año más. A la vez empezó otro blog perfectamente identificado, con nombre y apellidos, y ese no ha tenido más que unas breves vacaciones en estos 3 años, aumentando siempre el número de lectores. Está claro que la identidad digital es un problema que no tenemos resuelto, es demasiado nuevo.

En la medida en que uno crea una identidad digital paralela a su identidad física no hay demasiado problema, ambas se gestionan igual. En el mundo digital podrás decir y mostrar lo mismo que físicamente en un lugar público. Otra cosa es que eso sea interesante o no, será tan interesante como tu personalidad pública, que en muchos casos es escasa. Entonces uno piensa que tiene un mundo interior lleno de matices y sensibilidad. Un mundo inexplotado porque la timidez y el pudor obligan a mantenerlo oculto de miradas indiscretas. Ahí surge la "gran idea", me preparo una identidad digital anónima, desvinculada de la persona física que la sostiene, y por ese camino daré rienda suelta a esa faceta tan interesante de mi personalidad que no quiero que conozcan mis vecinos, compañeros de trabajo o algunos enemigos que a saber que harían con mis poesias de adolescencia.

Al final tampoco funciona. Si consigues mantener oculta de verdad tu identidad, no termina de tener gracia el comunicarse con desconocidos (que además son muy, muy pocos). En el caso contrario no consigues mantener oculta tu identidad secreta y te encuentras en más de una situación incómoda. Hay un pequeño lapso de tiempo entre que algunos empiezan a reconocerte y que llegas a encuentros insostenibles que es es muy divertido; pero inevitablemente efímero.

Estos días ha cerrado su blog a quien no tenga invitación un amigo que empezó anónimo, comenzó a tontear con su identidad real y la acabó cagando. Y yo aquí estoy en esa especie de limbo intermedio en el que sólo le escondo mi identidad a google y a quien no me conoce de antes. Ahora, que como no le digo a nadie que estoy aquí ... es como cuando de joven escribías esos ripios horrorosos, que iban al cajón para no motivar más que al moho.

Comienzo del 2010

En un arranque de originalidad este año nos fuimos a celebrar la nochevieja a un pueblecito donde Segovia linda con Burgos. Los niños pusieron una marcha envidiable, y nos enseñaron (por lo menos a mi) una canción. Es estupendo poder aprender tanto de tus hijos. Tras comernos los gajos de mandarina de las 12, bailamos enloquecidos la canción. No sabía entonces que 21.000 personas juntas habían tenido la misma idea...

viernes, 5 de febrero de 2010

My empty box!!

Profundo conocimiento humano y encima te desguevas

Pijus magnificus

Que momentos nos ha dejado el cine... (una escena de "La vida de Brian")

jueves, 4 de febrero de 2010

Taza

¿Retomaremos este rincón o será un momento de distracción? El tiempo lo dirá.