sábado, 15 de marzo de 2008

Ambientes

En las películas y series lo fundamental es la historia, el argumento, lo que ocurre. Para que resulte creíble se desarrolla con una escenografía que recrea un ambiente: el color que rellena y realza el dibujo. Otros formatos carecen de historia: los anuncios de perfumes o de coches y muy especialmente los vídeos musicales. Ahí sólo queda el ambiente. Muy frecuentemente resulta aburrido ver esa televisión. Pero con la receptividad adecuada resulta extraordinario. A esa receptividad contribuyen cosas como el punto justo de gin tonic o la tranquilidad de la noche. Entonces esos ambientes provocan y acogen lo que se desborda del cerebro, sin siquiera llegar a verbalizarse en historias. Es agradable.

Recuerdo que hace años cuando llegaba a casa, tarde y un poco cocido, comía algo haciendo zapping ante la tele sin sonido oyendo música (pink floid muchas veces). Me doy cuenta de que se trataba de crear más activamente esos ambientes, olas para que hagan surf las neuronas.

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