viernes, 9 de abril de 2010

El otro lado del espejo reloj

Tic, en la silla esta sentado, tac, al sol de la terraza, tic, picor en la espalda, tac, estirando la pierna, tic, en pie, tic, andando, tic ¿dónde? Tac, tic, tac, en la caseta se esconde.

Pegado al seto intenta no asomar su cabeza a la ventana desde la que se observa en la cocina. No estaría bien que te viesen al otro lado del espejo de Alicia cuando en realidad eres uno de esos capaces de cambiar de lado. Si, claro que es incómodo lanzarse por el ojo de buey, pero una vez que has estado al otro lado ya no eres de ninguno en particular, te conviertes en un emigrante permanente.

Eso si, casi a la una y veinticinco hay que ir pensando en un rico aperitivo.

Gurruminos de servilleta negra sobre fondo rojo

Impostura artística o la exaltación del sentido estético

En el museo Guggenheim de Bilbao no dejan hacer fotos. Nadie vigila que no las hagas, pero no está permitido y yo quise cumplir. Pero al llegar al baño no pude más e hice una. La disposición de los baldosines de la pared no tiene nada que envidiarle a algunas de las piezas que están al otro lado de la puerta. Los baldosines de 15 cm de lado ya no son comunes, ahora se llevan más grandes. Ese formato es un guiño melancólico a los cuartos de baño de la infancia del observador. Por otro lado, el uso de diversos colores da un tono alegre que contrasta con la melancolía sugerida por el formato. Sin embargo la combinación de colores precisa es un poco errática, y se basa en colores como el celeste y el ocre que resultan feos aisladamente y más aún en conjunción. Por último, la colocación del urinario en el centro de la combinación de azulejos le da el toque Kitsch definitivo, reforzado con un suave aroma inconfundible.

Si me dejan puedo escribir el texto de la audio-guía del meadero, los extintores y las salidas de incendios. La clave está en haber disfrutado de las obras de verdad, dejándose excitar a gusto el sentido estético, hasta embotarlo. A partir de ahí hay un rato en que todo es precioso, y puedes encontrar deleite estético en cualquier cosa. Pasado ese rato viene el bajón y ya todo parece igual (y mediocre), se acabó la magia.

Me decía mi artista profesional de cabecera que la esencia del arte está en el proceso intelectual del artista. No me atrevería a negarlo. Es más, es en ese contexto en el que alcanza su pleno sentido ese cuento de Borges en el que un autor intenta escribir una obra que resulta ser El Quijote, con inmenso esfuerzo y sufrimiento, claro; el resultado, siendo idéntico es a su vez, totalmente distinto al de Cervantes. Vale, sin duda eso es importante, además del punto de vista del actor me falta el del espectador. Arte es lo que disfruta un espectador ¿no? aunque sea la pared del servicio.

Progresiones de nubes

Uno









Dos

jueves, 8 de abril de 2010

Amanece fuera

No es resaca, es puro sueño. Van unos cuantos días de dormir poco y hoy, tras la ducha, noto como si la cabeza estuviera más hueca que de costumbre. Por muchas estrellas que tenga el hotel y muchos almohadones la cama, nunca se duerme igual, especialmente la primera noche. Esta vez no tendré ocasión de acostumbrarme, esta tarde nos vamos ya. No me duele nada, pero es como si me pesaran los brazos más que de costumbre. Me tira en los hombros la americana, tengo que perder peso. Salgo de la habitación camino del desayuno, y al girar para buscar el ascensor el sol me golpea a través de una enorme vidriera con forma de ojo. Ya no me volveré a acordar del sueño hasta la siguiente noche.