
La noticia es que ya van 400.000 "afiliados" oficialmente a la Iglesia de la Fuerza Jedi.
La sorpresa es que tal cosa exista y que pueda haber tanta gente que lo siga; parece que en Australia es la cuarta religión y que tiene reconocimiento oficial (a efectos de impuestos y subvención pública). Hay mucho friki... pero ¿eso es todo?
Mi primera reacción ha sido indignarme por la perseverancia de los sentimientos trascendentes en la humanidad, en contra de la Razón y todo su desarrollo. Esa tendencia de hacer de cualquier cosa una "religión" es repugnante.
Pasado el calentón aniclerical, pienso que es estupendo que las sensaciones de trascendencia, de "armonía con el cosmos", de comunión, de espirutualidad, ... encuentren un cauce de expresión y disfrute que no requiera prohibir el condón, guerras santas, jerarquias, liturgias varias y demás horrores habituales. Tampoco requieren actos de fe: es obvio que la idea parte de una película, y evidente que no existen esos maestros jedi con sotanas y hablar alterado en rincones de la galaxia. Quizá esta sea la forma más sana de dar salida a unos sentimientos que efectivamente están ahí, y de que no interfieran con una visión razonable de la vida... Al final me afilio yo...
Por supuesto a la sombra han surgido, y medrarán, prsonajes que se ganan la vida como ministros y obispos: oficiadores y oficializadores varios. Parece que siempre conforta que otro te hable de lo que quieres oir, con la excusa de La Fuerza, Dios, los Arcanos del Tarot, las líneas de la mano o la posición de las estrellas. Cualquier excusa es válida para que otro hable mercenariamente de uno. Pero ese es ya otro tema.