lunes, 8 de marzo de 2010
domingo, 7 de marzo de 2010
¿Blasfemia?

¿Blasfemia? WTF. No está claro porqué abría que tener un respeto especial por quien no lo ha tenido con los que no piensan como ellos en siglos...


A pesar de lo infinitamente absurdo del asunto visto como en el párrafo anterior, te insisten en que, aunque no lo creas, te lo tomes tan en serio que no se aceptan bromas, se les da esos rimbombantes nombres de blasfemia o irreverencia. En un intento de conseguir una postura igualmente respetable han inventado al Dios Monstruo Espagueti Volador. Pero no se yo si cuela mucho.
Yo creo que puestos a aceptar ese hecho tan yankee de que uno puede tener el dios que quiera, pero no ninguno, mejor abrazar una religión inventada, pero no tan ad hoc como la del espagueti volador. Mucho mejor la iglesia Jedi. Una que en vez de un libro sagrado tiene un vídeo. El mismo concepto pero tecnológicamente evolucionado. Además habla de una armonía cósmica y unos valores estupendos. Sin duda me declaro fan de la iglesia Jedi. Miraré a ver si están en FaceBook.

lunes, 1 de marzo de 2010
Etiqueta negra
Vaya, se ha acabado el Glengoyne. Me toca abrir botella, que resulta ser de Jonhy Walker 12 años, etiqueta negra. Compré la botella hace un par de semanas, viendo ya menguar su antecesora. En los tiempos en que lo habitual era el Dyc, el juanito etiqueta negra era lo máximo. Luego lo habitual pasó a ser el J&B o el Ballantines, y el sumum pasó al Chivas primero y al Cardú después. Evoluciones que son muestras inocentes de la bobería humana.
Hace poco descubrí que el primer colega al que le oí hablar de Cardú ya no bebe cosas de tanta graduación, le sientan mal.
En la casa de la playa sólo hay Jonhy Walker etiqueta negra. Las botellas duran un par de veranos, porque con el inmenso calor que hace allí en agosto sólo apetece cerveza. Muy rara vez te pones un chupito por la noche esperando a que corra la brisa. Desde que falta mamá no se recibe en esa casa, así que lo que no te bebes tu te espera al próximo año.
Abrir la botella me ha traído la nostalgia del tiempo en que el whisky bueno era de etiqueta negra y los vaqueros de etiqueta roja, el dinero escaso y mamá nos insistía en lo absurdo de las marcas. Esa filosofía Disney de que la belleza está en el interior y que tan contracultural ha resultado en estos últimos 30 años de pelotazo y exacerbación del culto a lo exterior.
Un amigo dice que nuestras madres nos engañaron, y que con eso de estudiar, no pegar a otros niños y ser bueno en realidad no nos hemos hecho unos hombres de auténtico provecho. Yo no estoy tan seguro, un par de hostias si hubiera disfrutado en darle a alguno, pero lo de haber estudiado no me pena. No se si otros esfuerzos darían mejor nivel de vida, pero no creo que tanto placer. Si, aunque sea un poco gafapasta, reconozco que en el conocimiento es donde encuentro uno de los placeres más profundo y permanente.
Se ma ha acabado el chupito. Supongo que dormir es lo que toca, es lo que haría un hombre de provecho en mi situación.
Hace poco descubrí que el primer colega al que le oí hablar de Cardú ya no bebe cosas de tanta graduación, le sientan mal.
En la casa de la playa sólo hay Jonhy Walker etiqueta negra. Las botellas duran un par de veranos, porque con el inmenso calor que hace allí en agosto sólo apetece cerveza. Muy rara vez te pones un chupito por la noche esperando a que corra la brisa. Desde que falta mamá no se recibe en esa casa, así que lo que no te bebes tu te espera al próximo año.
Abrir la botella me ha traído la nostalgia del tiempo en que el whisky bueno era de etiqueta negra y los vaqueros de etiqueta roja, el dinero escaso y mamá nos insistía en lo absurdo de las marcas. Esa filosofía Disney de que la belleza está en el interior y que tan contracultural ha resultado en estos últimos 30 años de pelotazo y exacerbación del culto a lo exterior.
Un amigo dice que nuestras madres nos engañaron, y que con eso de estudiar, no pegar a otros niños y ser bueno en realidad no nos hemos hecho unos hombres de auténtico provecho. Yo no estoy tan seguro, un par de hostias si hubiera disfrutado en darle a alguno, pero lo de haber estudiado no me pena. No se si otros esfuerzos darían mejor nivel de vida, pero no creo que tanto placer. Si, aunque sea un poco gafapasta, reconozco que en el conocimiento es donde encuentro uno de los placeres más profundo y permanente.
Se ma ha acabado el chupito. Supongo que dormir es lo que toca, es lo que haría un hombre de provecho en mi situación.
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